martes, 26 de agosto de 2008

MOTIVACION

Donde hallar la Motivación
Muchas veces oímos la frase: “No estoy Motivado” o “Aquí no hay nada que me motive”, entre otras muchas, las usamos para justificar nuestra apatía y nuestro desinterés en hacer o participar de diferentes cosas. En ocasiones pensamos que el responsable de no tener una actitud apropiada, es mi pastor, mis amigos, tal vez mis padres, o mi líder; incluso se nos hace fácil pensar “como mi líder no es el fuego que me motiva, yo no me prendo”. Y la realidad es que el concepto de motivación nos expone con claridad, que la misma, es un acto electivo que pertenece a cada individuo. Su concepto: es un conjunto de motivos que intervienen en un acto electivo. Y sus sinónimos son: causar, engendrar, ocasionar, originar, promover.
Salomón es el reflejo de un hombre bien motivado, aunque, podemos llegar a creer que lo era por sus antecedentes, David, su padre: Le apoyó y bendijo públicamente1 (Reyes 1:22-34). Le dejó los recursos y el concejo que necesitaba para ganar (1 Reyes 2:1-3). Lo preparó para victorias tempranas (1 Reyes 5: 1-8). Le entregó un reino unido y en paz.
Pero, David no fue un motivador para su hijo, fue un facilitador. David entregó recursos y organizó su entorno, para que él pudiera cumplir con sus responsabilidades. La motivación para hacer lo que tenía que hacer, debía hallarla él por sus propios medios. Y podemos ver, que lo logra al reconocer ante su Dios su necesidad de Él, para con sabiduría gobernar a su pueblo.
1 Reyes 3:6-10: “Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto”.
La raíz de la motivación esta en nosotros.
Nosotros somos las antorchas y el Espíritu Santo es el fuego (Hechos 1:8). Y el responsable de avivar ese fuego, constantemente, somos cada uno de nosotros (2 Timoteo 1:6-7). Ese fuego ha sido derramado sobre ti, has sido inundado de el con el Bautismo en el Espíritu Santo (Hechos 2:4). Dios te lo ha dado. Tienes todas las capacidades y cualidades, eres la antorcha y Jesucristo a través del Espíritu Santo, es el Fuego que la enciende. Si tu bengala no se enciende, algo está fallando. No es tu líder, o tu pastor, o tus padres, eres tú que no has logrado creerle a Dios lo que dice de ti, permitiendo que lo que otros te digan sea más importante y real; dejando de usar ese fuego para encenderte en ánimo y buenas decisiones.
La mayor fuente de motivación que podremos hallar, es el Señor. Él es la causa de que todo haya sido creado (Juan 1:3). Él nos ha engendrado, por el somos nacidos de nuevo (Salmo 139:16; Juan 3:5). Él es el produce todo (Filipenses 2:13). Él que todo promueve (Salmo 78:70). Él que origina y ocasiona todas las cosas (1 Corintios 2:9).En tus manos tienes lo bueno y lo malo, la bendición y la maldición. No puedes culpar al que está a tu lado por tu falta de motivación, la misma esta en ti, por el poder del Espíritu Santo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

BUENO PUES Q T PUEDO DECIR SOLO Q ES UNA GRAN BENDICION EL HECHO DE Q DIOS TE PUSIERA EN MI KMINO, SOS UNA PERSONA MUY ESPECIAL, SOS EL MEJOR PAPA Y CON TUS CONSEJOS ME HAS AYUDADO MUCHO GRACIAS POR ESTAR 100-PRE GRACIAS PAPITO SEGUI ADELANTE Q DIOS TE BENDIGA Y DERRAME MUCHAS BENDICIONES PARA TU VIDA